Para la prevención de la tripanosomiasis es necesario: el rociamiento de las casas con insecticidas, mejora de las viviendas para prevenir la infestación por el vector, medidas preventivas personales, como el empleo de mosquiteros; buenas prácticas higiénicas en la preparación, el transporte, el
almacenamiento y el consumo de los alimentos; cribado de la sangre donada; pruebas de cribado en órganos, tejidos o células donados y en los receptores
de éstos; cribado de los recién nacidos y otros niños de las madres infectadas, para
diagnosticar y tratar tempranamente el problema.
Existen dos tratamientos para la enfermedad de Chagas, estos son: nifurtimox y benzinidazol. El benzinidazol se considera la primera línea de tratamiento para el Chagas, tanto por su mayor experiencia de uso y eficacia como por su perfil más seguro en cuanto a efectos secundarios.
El nifurtimox es poco utilizado por las reacciones adversas que ocaciona. Los tratamientos son efectivos en la fase aguda de la enfermedad, mientras que en la fase crónica no lo son tanto.